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ARRABALDE EN LA NUBE… Y EN EL CORAZÓN.
08 DE MAYO DE 2024.-
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FALLECIMIENTO DE UNA PERSONA
DESCENDIENTE DE
ARRABALDE
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Hoy el dolor nos ha golpeado de una manera especial.
Esta noche pasada, 7 de mayo de 2024, ha
fallecido en León la joven MÓNICA
FERNÁNDEZ MÉNDEZ, a la edad de 36 años.
La capilla ardiente ha quedado instalada en la sala 8
del Tanatorio de León, Avda. Peregrinos núm. 14, desde donde será conducida a
las 13,30 horas de la mañana
del día 09, jueves, a la iglesia parroquial
de La Anunciación de Nuestra Señora (La Anunciata) de esta localidad leonesa,
donde se celebrarán los oficios religiosos seguidos de su posterior traslada al
crematorio, donde será incinerada en la más estricta intimidad familiar.
Desde aquí le damos nuestras más sentidas condolencias
a su marido Edu, a su niña Jimena, a sus
padres Isidro y Mary, a su hermana Jenny y a toda la familia en general, por tan dolorosa pérdida.
Descansa en paz querida Mónica. Siempre te
recordaremos alegre, jovial y emprendedora, tal como tú eras.
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No lloréis, sed buenos, permaneced siempre unidos;
descanso en el Cielo y allí, pediré al Señor, que nos reúna a todos. Solo os
pido oraciones, que es la mejor prueba de vuestro cariño.
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Oración de San
Agustín de Hipona por una persona fallecida.
La muerte no
es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado.
Yo soy yo,
vosotros sois vosotros.
Lo que somos
unos para los otros seguimos siéndolo
Dadme el
nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho.
No uséis un tono diferente.
No toméis un
aire solemne y triste.
Seguid riendo
de lo que nos hacía reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Que mi nombre
sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin
señal de sombra.
La vida es lo
que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado.
¿Por qué
estaría yo fuera de vuestra mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra
vista?
Os espero; No
estoy lejos, sólo al otro lado del camino.
¿Veis? Todo
está bien.
No lloréis si
me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais
oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos ¡Si pudierais ver con
vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que
atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la
cual todas las bellezas palidecen!
Creedme:
Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me
encadenaban\ y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a
este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel
que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus
ternuras purificadas.
Volveréis a verme,
pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con
vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con
embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás.
AMÉN
San Agustín de Hipona