ARRABALDE EN LA NUBE… Y EN EL CORAZÓN.
23 DE NOVIEMBRE DE 2020.-
EL TIEMPO EN ARRABALDE
Y SU ENTORNO
CONTENIDO: REFRANERO, LÉXICO, OCASIONALMENTE ALGÚN RELATO, UN MINUTO DE
POESÍA, FOTOS, EL TIEMPO Y COMUNICADOS SI LOS HAY, DE LA ASOCIACION CULTURAL
“CASTRO DE LAS LABRADAS”.
ANTIGUO REFRANERO ESPAÑOL, FRASES Y DICHOS.- La
mula es mula y cuando no patea recula.
Refrán de carácter rural que nos habla de la proverbial
testarudez de la mula, a la que pone como ejemplo para criticar a las personas
tozudas y tercas, esas que se mantienen en sus trece e inamovibles en su forma
de pensar, aún a sabiendas de que pueden no estar acertadas en sus afirmaciones
y razonamientos.
(583 refranes recogidos y
comentados hasta el día de hoy)
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LÉXICO ARRABALDÉS
(No despreciemos, por viejas y desusadas, las palabras y costumbres recibidas de
nuestros antepasados, ellos las usaron y se entendieron, nosotros ahora las
recordamos).
(Cada día definimos una palabra nueva, una frase o un lugar de
Arrabalde).- Hoy recordamos la palabra: VERDIASCAZOS
Verdiascazos.- Golpes dados con una verdiasca (verdasca). En mirandés Berdascada: Golpe com “berdasca”; vergastada.
(1370 palabras recogidas hasta el día de hoy)
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Su primeros
contactos con la música fueron en su ciudad natal en el café "La
Armonía" de su padre José García, donde los fines de semana arribaban
cantores de zonas vecinas.
Fue conocido
por muchos como "El gran cantautor de las cosas simples". Algunas de sus obras más conocidas son: En un
rincón del alma, Cuando un amigo se va, Callejero, Mi árbol y yo, A partir de
mañana, Manolo, Te llegará una rosa, Castillos en el aire y El
abuelo, una de sus más hermosas y emotivas creaciones.
Qué suerte he
tenido de nacer
Sí, qué suerte he tenido de nacer
Para estrechar la mano de un amigo
Y poder asistir como testigo
Al milagro de cada amanecer
Qué suerte he
tenido de nacer
Para tener la opción de la balanza
Sopesar la derrota y la esperanza
Con la gloria y el miedo de caer
Qué suerte he
tenido de nacer
Para entender que el honesto y el perverso
Son dueños por igual del universo
Aunque tengan distinto parecer
Qué suerte he
tenido de nacer
Para callar cuando habla el que más sabe
Aprender a escuchar, ésa es la clave
Si se tiene intenciones de saber
Qué suerte he
tenido de nacer
Y lo digo sin falsos triunfalismos
La victoria total, la de mi mismo
Se concreta en el ser y en el no ser
Qué suerte he
tenido de nacer
Para cantarle a la gente y a la rosa
Y al perro y al amor y a cualquier cosa
Que pueda el sentimiento recoger
Qué suerte he
tenido de nacer
Para tener acceso a la fortuna
De ser río en lugar de ser laguna
De ser lluvia en lugar de ver llover
Qué suerte he
tenido de nacer
Para comer a conciencia la manzana
Sin el miedo ancestral a la sotana
O a la venganza final de Lucifer
Sí, qué
suerte he tenido de nacer
Pero sé, bien que sé...
Que algún día también me moriré
Y si ahora
vivo contento con mi suerte
Sabe Dios, qué pensaré cuando mi muerte
Cuál será en la agonía mi balance, no lo sé
Nunca estuve en ese trance
Pero sé, bien
que sé...
Que en el viaje final escucharé
El ambiguo tañir de las campanas
Saludando mi adiós, y otra mañana
Y otra voz, como yo, con otro acento
Cantará a los cuatro vientos
Qué suerte...
Qué suerte he tenido de nacer
Alberto Cortez.
FOTOS DE AYER Y DE HOY.- Tesoro de Arrabalde en la olla en que fue encontrado. (Museo de Zamora).
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EL TIEMPO EN ARRABALDE EN ESTE DÍA QUE
PASÓ:
Máximas: 12º
Estado del cielo: Intervalos
nubosos.
Viento: Sopla del Norte con velocidad
de 3 km/h.
Humedad relativa: 84%
Presión atmosférica: 1032
hPa
Sensación térmica: 0º
CANTIDAD DE AGUA QUE PUEDE CAER: 0 litros/m2.
Narciso Santos
Yanguas, doctor
en Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, ha publicado recientemente un
pormenorizado trabajo sobre EL CASTRO DE
LAS LABRADAS Y LA LANCIA DE LOS ASTURES EN LA CONQUISTA ROMANA.
…descubiertas en las últimas décadas entre
los astures más meridionales71; además, muchas de las primeras no se
corresponden con objetos de orfebrería en el sentido estricto sino que se trata
de fíbulas y hebillas, elaboradas con bronce como material básico (por lo que
se las puede considerar formando parte de una especie de "bisutería
castreña").
En este sentido piezas metálicas similares
se fechan ya en una época mucho más tardía72, por lo que difícilmente se pueden
poner en relación con la Lancia que reflejan los documentos literarios antiguos
referidos a la fase de contacto de dicho emplazamiento con las tropas romanas
en el momento de los enfrentamientos correspondientes a las guerras astur-cántabras.
Frente a este escasísimo número de piezas
de orfebrería castreña halladas en El Castro (Villasabariego), en el recinto de
población de Las Labradas (Arrabalde) se cuenta con no menos de 3 tesoros de
joyas castreñas, que nos ofrecen toda la tipología característica de las
mismas73; ya hemos hecho alusión más arriba al descubierto en los últimos días
del mes de agosto de 1980: entre las piezas correspondientes al mismo se
encuentran 15 torques, 6 brazaletes, 2 vasos de plata, 4 pendientes de oro, 4
anillos de oro, 4 aros de oro, 4 fíbulas de oro, 1 colgante de oro, 3 pulseras
lisas y una fragmentada, etc...74.
Si comparamos ambos conjuntos de joyas
castreñas llegamos a la conclusión de que el contraste entre la orfebrería
hallada en estos dos emplazamientos resulta mucho mayor si tenemos en cuenta
que en el caso de Villasabariego los hallazgos corresponden al resultado de
campañas de excavaciones mientras que en Arrabalde han sido obra de
descubrimientos fortuitos u ocasionales.
5. Breve historia militar
de la zona
Por otro lado, y creemos que aquí radica
precisamente el aspecto más significativo desde el punto de vista histórico, la
cronología de los restos materiales correspondientes a uno y otro yacimiento
parecen pertenecer a épocas históricas distintas: de esta manera, puesto que
los descubiertos en Arrabalde-Villaferrueña, mientras las excavaciones
arqueológicas no demuestren lo contrario (más bien reafirmarían dicha
hipótesis, aclarando tal vez la historia de dicho asentamiento indígena con posterioridad
a su conquista por parte romana), coinciden con los momentos reseñados en las
fuentes literarias, pudiéndose identificar perfectamente con los avatares
(enterramiento y ocultación) derivados de los enfrentamientos contra los
contingentes militares romanos, los correspondientes a El Castro en
Villasabariego (Mansilla de las Mulas) parecen pertenecer ya a una época romana
avanzada.
A ello hemos de añadir, además, el hecho
extraño de que en el entorno de este último recinto no se ha descubierto hasta
la fecha rastro alguno de carácter militar (ni inscripciones de soldados, ni
asentamientos campamentales romanos de tropas legionarias o auxiliares...)
mientras que en el caso de Las Labradas disponemos en sus proximidades de
testimonios evidentes de la presencia de fuerzas militares romanas de cierta
entidad75.
Esta situación militar, recogida
perfectamente en los autores grecorromanos (Floro y Orosio), quienes
sintéticamente se refieren a la conquista de los astures meridionales
(lancienses y zoelas), parece verse corroborada con la teledetección de 2
recintos campamentales correspondientes a otras tantas unidades de tropas (a
pesar de que la documentación literaria
antigua haga referencia a 3 enclaves
castrenses, erigidos con el objetivo de hacer frente a estas poblaciones
prerromanas que habitaban los oppida del sur de León y el norte de Zamora)76.
De esta manera en primer lugar Floro
asegura lo siguiente:
"Durante esta misma época los
astures, formando una enorme columna, habían descendido de sus nevadas
montañas; su ataque no se lanzaría a la ligera, al menos para los bárbaros,
sino que, después de haber establecido su campamento a orillas del río Astura y
dividido sus fuerzas en tres grupos diferentes, se disponían a atacar a un
mismo tiempo los tres campamentos romanos”77.
Siglos después Orosio corrobora estas
mismas circunstancias, de forma todavía más sintética, en los siguientes
términos:
"Por su parte los astures, levantando
su campamento junto al río Astura, habrían abatido a los romanos con sus
grandes proyectos y fuerzas si no hubieran sido traicionados y descubiertos;
dispuestos para lanzarse de improviso contra tres legados que estaban
establecidos con sus respectivas legiones en tres campamentos distintos, fueron
descubiertos por la traición de los suyos”78.
De ambos testimonios parece deducirse
claramente que los efectivos romanos eran abundantes en número en el momento
del ataque a estas comunidades astures del norte de Zamora, indicándonos que en
la realización del asalto al oppidum de Lancia participarían, si los
historiadores antiguos no estaban equivocados, 3 cuerpos legionarios, cuyos
nombres parecen relacionarse con las legiones VI Victrix y X Gemina al menos,
algunos de los cuales, licenciados tras la campaña militar que acabaría con el
asalto y conquista de dicho recinto amurallado, tomarían parte como veteranos
(emeriti) en la fundación de la que se iba convertir en capital de la provincia
(Emerita Augusta)79 de la que Publio Carisio era gobernador en aquellos
momentos.
Por consiguiente no es de extrañar que, en
las inmediaciones de este impresionante recinto de población prerromana, cuyo
perímetro se ampliaría con el objetivo de dar acogida a los astures que
habitaban los castros de sus alrededores y que hallarían refugio en él (como
nos asegura Orosio) se levantaran varios campamentos romanos con vistas a
favorecer las actividades militares contra un obstáculo tan fuertemente
fortificado.
En consecuencia es de esperar que, en
campañas sucesivas pueda vislumbrarse la presencia de un tercero (o alguno más)
de estos establecimientos militares dada la oposición que el oppidum de Las
Labradas (la Lancia de las fuentes escritas antiguas, que relatan, aunque sea
de forma telegráfica, estos episodios de las guerras astur-cántabras) manifestarían
frente al asalto de los romanos, puesto que a sus habitantes tradicionales se
habrían unido algunos otros guerreros (centenares al menos, si no millares,
como consecuencia de la ampliación del espacio habitado), que huirían de los
romanos y se hallaban dispuestos, al igual que los lancienses, a defender su
libertad.
Así pues, el desarrollo de la campaña del
año 25 a.C. dirigida por Publio Carisio pudo tener lugar de la siguiente
manera: aproximándose desde el sur (no en vano quien conducía la expedición era
gobernador de la provincia de Lusitania) los contingentes romanos conquistarían
en primer lugar la zona ocupada por los brigaecinos y sus compatriotas de la
región; a continuación avanzarían hacia el norte, estando a punto de ser objeto
de una emboscada por parte de los astures de la zona, algo que solventarían los
romanos gracias al aviso recibido por parte de los habitantes de Brigaecium80.
Tanto Floro como Orosio hacen mención a 3
contingentes militares distintos, a cuyo frente se hallaba Publio Carisio con
sus respectivos legados, tal vez porque en el fondo quieran recalcar la
composición del ejército correspondiente a la provincia de Lusitania encargado
de la conquista de los astures meridionales: al parecer, según se deduce de los
veteranos que participarían en la fundación de Emerita Augusta, llamada a
convertirse en capital de dicha provincia, se trataría de las legiones VI
Victrix, X Gemina y V Alauda, esta última confirmada a través de la presencia
de un veterano en la configuración de dicho centro colonial81.
De cualquier forma, una vez derrotados, un
grupo numeroso de los diezmados astures de la región buscarían refugio entre
sus compatriotas que habitaban el recinto castreño de Las Labradas,
disponiéndose a defender dicho enclave junto con quienes les habían dado
acogida, produciéndose posiblemente entonces la ampliación del espacio
correspondiente al contiguo centro de El Marrón, en el término de
Villaferrueña.
Prosiguiendo su campaña Carisio se
dispondría a atacarlos, no sabemos si disponiendo de todas las fuerzas
militares a su cargo, o más bien contando solamente con una legión y algunos
cuerpos de tropas auxiliares: en este sentido, en lo que se refiere a las
técnicas poliorcéticas utilizadas en el asedio, asalto y conquista de Lancia, aunque
desconocemos los pormenores, resulta fácil pensar que no diferirían demasiado
de las que el ejército romano venía practicando tradicionalmente desde tiempos
de la República en territorio hispano, por ejemplo en los asedios de Numancia y
de Segeda en el siglo II a.C. y que serían similares a las llevadas a cabo casi
un siglo después en la fortaleza de Masada en territorio judío en el año 73
d.C.82
Sin embargo, desde el punto de vista
histórico solamente interesan hasta cierto punto los avatares en que dicho
centro fortificado y el territorio controlado por él se verían envueltos: en el
fondo debemos preguntarnos por las consecuencias de la conquista y anexión de
dicho espacio geográfico para los habitantes del mismo y el suelo sobre el que
ejercían su dominio y explotación.
Y es igualmente a este respecto el
historiador Floro el que nos ha dejado expuestos, aunque de forma sintética una
vez más, los efectos que la presencia romana tendrían para las poblaciones
astures en general al final de los enfrentamientos militares, tanto con
respecto a la suavización del espíritu levantisco de los mismos como con
respecto a la nueva organización administrativa de su territorio:
_______________________________________________________________________
80 Contrariamente a la táctica militar
utilizada tradicionalmente por los indígenas septentrionales hispanos,
consistente en la guerra de guerrillas, dirigirían sus ataques en campo abierto
contra los 3 campamentos romanos (sin duda de carácter temporal) establecidos
por los romanos en aquellos parajes.
81 PAREDES, 2018, pp.107ss. 82 Descripción
magistral de Flavio Josefo en sus Guerras de los judíos, incluido el terraplén
(agger) que los militares romanos se verían obligados a realizar para perforar
una parte de la muralla y poder penetrar en el interior del recinto. ¿Nos
hallaríamos por tanto, salvando las circunstancias históricas e incurriendo en
un anacronismo, ante la “Masada de los astures” (lancienses y zoelas) de un
modo similar a lo que sucedería después con los judíos?
“Éste fue el final de las campañas de
Augusto y también de la revuelta de Hispania; su fidelidad fue asegurada al
punto, lo mismo que una paz eterna, gracias al cambio sobrevenido en el
temperamento mismo de sus habitantes, desde entonces más dispuestos a llevar
una vida pacífica, así como a las medidas tomadas por Augusto. Temiendo la
confianza que les inspiraban sus montes, refugio seguro para ellos, les obligó
a habitar y vivir en el emplazamiento mismo de su campamento, puesto que estaba
en el llano: allí se celebraría la asamblea de la nación y deberían conservar
este lugar como capital”.
Las consecuencias más significativas e
inmediatas que observamos en este testimonio del historiador romano, al margen
de los cambios incipientes en el mundo económico (incluida su aceptación del
modelo monetario), se vinculan con dos hechos clave:
- en primer lugar el desplazamiento de la
población, una parte al menos, hacia otros espacios geográficos, especialmente
si tenemos en cuenta la concentración que se pudo haber producido en el
interior de Las Labradas tras la acogida de los astures que huían de otros
enfrentamientos con los romanos; y,
- junto a ello, la novedad que suponía la
reorganización del territorio ocupado por los astures en general, y por los lancienses
y zoelas en particular, incluido el cambio administrativo en cuanto a la nueva
capitalidad, en conexión con los asentamientos castrenses más próximos.
Con respecto a la población de Las
Labradas-El Marrón al parecer no se inmolaría en su mayor parte, como en el
caso de Numancia, Segeda (y posteriormente Masada) sino que, tras respetar
Publio Carisio las construcciones de la ciudad frente a las pretensiones de sus
soldados de arrasarla, algunos de sus habitantes serían desplazados, un grupo
numeroso tal vez hacia la que se iba a convertir en el centro administrativo de
todos los astures (Asturica Augusta) al tiempo que otros lo harían en otras
direcciones83.
Por otro lado tenemos conocimiento de que
con los veteranos que habían participado en esta fase de conquista del
territorio de los astures el gobernador de Lusitania fundaría la colonia de
Emerita Augusta84, que se convertiría de inmediato en la capital de dicha
provincia; simultáneamente se llevarían a cabo emisiones monetales, en cuyo
reverso aparecen reflejadas las enseñas y los nombres de las legiones que
habían aportado los eméritos correspondientes, así como las armas
características de los indígenas recientemente anexionados85.
Se nos plantea entonces el siguiente
interrogante: algunos lancienses, en compañía de los zoelas (quienes se habrían
unido a los primeros en su lucha contra Roma para la defensa de su territorio),
pudieron haber sido deportados, tras su derrota, para contribuir a la fundación
de la ciudad de Mérida?86.
A este respecto contamos, más de un siglo
después, con la presencia, entre los pueblos de la provincia de Lusitania, de
unos lancienses oppidani (que es posible identificar con los habitantes del
oppidum de Lancia, tal vez desplazados a dicho territorio más de 100 años antes
como
consecuencia de las guerras de conquista
del espacio geográfico correspondiente a los astures meridionales), que
contribuirían, con sus aportaciones en dinero y con su mano de obra, a la
construcción del puente de Alcántara (Cáceres) en tiempos del emperador Trajano
a comienzos del siglo II87:
Imp(eratori) Caesari
diui Neruae f(ilio) Neruae/ Traiano Aug(usto) Germ(anico) Dacico pont(ifici)
max(imo)/ trib(unicia) pot(estate) VIII imp(eratori) V co(n)s(uli) V p(atri)
p(atriae)/ municipia/ prouinciae/ Lusitaniae stipe/ conlata quae opus/ pontis
perfecerunt/ Igaeditani/ Lancienses Oppidani/ Talori/ Interannienses/ Colarni/
Lancienses Transcudani/ Araui/ Meidubrigenses/ Arabrigenses/ Banienses/
Paesures.
En realidad se trataría de una de las 11
poblaciones que tomarían parte en la erección de esta construcción hidráulica,
a las que el proceso de adaptación del ius Latii tras la aplicación de la lex
Flavia municipalis a los núcleos de hábitat había convertido, al igual que a
otros muchos de las provincias hispanorromanas, en municipios.
Con respecto a las consecuencias, en este caso económicas, para
los astures meridionales hemos de tener en cuenta que, de entre otros restos
materiales hallados en el interior del recinto de Las Labradas cabe destacar el
descubrimiento en cantidad considerable de monedas emitidas por Publio Carisio
como legado de Augusto de la provincia de…
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