ARRABALDE EN LA NUBE… Y EN EL CORAZÓN.
26 DE NOVIEMBRE DE 2020.-
EL TIEMPO EN ARRABALDE
Y SU ENTORNO
CONTENIDO: REFRANERO, LÉXICO, OCASIONALMENTE ALGÚN RELATO, UN MINUTO DE
POESÍA, FOTOS, EL TIEMPO Y COMUNICADOS SI LOS HAY, DE LA ASOCIACION CULTURAL
“CASTRO DE LAS LABRADAS”.
ANTIGUO REFRANERO ESPAÑOL, FRASES Y DICHOS.- Se
arregló lo de Caparrota… (Y lo ahorcaron)
Nos
habla este viejo refrán de la confianza que debemos de tener en la solución de
los problemas, cualquiera que sea su etiología, pues como bien dice J. M.
Sbarbi en alusión a este dicho en su Diccionario de refranes, adagios y locuciones proverbiales: “Bien o
mal, tuerto o derecho, todo tiene solución en este mundo, como sucedió con el
bandolero Caparrota, cuyas fechorías acabaron en el palo”.
(Para los que sintáis curiosidad
por saber quién fue Caparrota, aquí podéis leer un breve resumen de su última
fechoría).
MUERTE DE CAPARROTA Y LIBERACIÓN DE DOS
CAMPESINOS SECUESTRADOS (1847)
Desde el principio de su existencia, la
recién creada Guardia Civil, venía haciendo alarde de aquello que promulgaba su
“Cartilla”, el verdadero “Credo” del Guardia Civil, honradez, perseverancia,
valentía..., todo ello llevaba a los miembros del Cuerpo a protagonizar
servicios importantes contra el bandolerismo, servicios que dado el acoso y el
temor a los que estos delincuentes sometían a la población civil eran vistos
por la sociedad como algo más que heroicos, uno de estos servicios importantes
tuvo lugar en noviembre de 1847 en el sur de la provincia de Córdoba, y acabó
con la muerte del bandolero Caparrota y la desarticulación de toda su partida.
Caparrota, era un bandido iniciado en la
partida de “Palillos”, fue hecho preso, aunque logró fugarse de la cárcel de
Cortes donde se la había confinado. No tardó en organizar una feroz partida
bajo su capitanía que comenzó a operar por la serranía del sur de Córdoba,
escenario clásico del más puro bandidaje andaluz.
El 31 de agosto de 1847 se hallaba en el
sitio conocido como el “Barranquillo” del término de Aguilar, esperando que le
llevasen la cantidad de 50.000 reales exigidos por el rescate de los labradores
de Castro del Río, José Moreno Polo y Santiago Aranda, a quienes tenía
secuestrados.
Enterado el alcalde de Puente Genil de
que en el citado lugar había unos caballos y un hombre con ellos, se lo comunicó
al Teniente don Antonio Ordoñez, del Cuerpo, el que reunió varios guardias de
ellos tres a pie y cinco montados y se puso en marcha. Les acompañaron
voluntariamente siete paisanos montados y once a pie, dirigidos por don Manuel
Melgares Padilla, Regidor del Ayuntamiento.
El oficial dictó acertadas medidas para
cercar a los bandidos, quienes se apresuraron a huir separadamente, al ver que
iban hacia ellos cinco guardias y cuatro paisanos a caballo. Pero sus
perseguidores se les echaron encima y se inició un prolongado tiroteo. Uno cayó
muerto al saltar un vallado, de un disparo que le hizo el Guardia 1º Eulogio
Sánchez, otro fue herido por el oficial Ordoñez, quedando en manos del guardia
Sánchez. Mientras tanto Caparrota corrió a esconderse entre la maleza de la
margen del río, donde logró descubrirlo rápidamente el teniente, quien mandó a
dos guardias que pasasen a la orilla opuesta por si el bandolero se corría
hacia aquel lado. Pie a tierra el teniente, avanzó rápidamente seguido del
guardia José Fráber hacia donde se había ocultado el criminal.
Don Manuel Melgares, que había llegado
con los suyos, gritaba desde una altura al teniente, que no pasase adelante
porque veía al Caparrota con la escopeta montada en la mano para hacer fuego;
Ordoñez llevado por el valor se arrojó pistola en mano hacia el bandido, le
hizo fuego y le hirió de un balazo. A continuación le mandó salir de la maleza
y así lo hizo, pero, reponiéndose, Caparrota, trató de descargar su arma sobre
el oficial, propósito que hubiese consumado a no ser porque el guardia Fráber
rápidamente le hizo un certero disparo dejándolo muerto en el acto.
El herido que vigilaba el guardia
Sánchez descubrió el lugar donde estaban los vecinos de Castro secuestrados, un
pozo oculto y desconocido hasta de los labradores del país.
Los bandidos capturados fueron Dionisio
Flores, llamado “Caparrota” muerto; Aquilino Muntor, Miguel Moyano Acosta y
José Saboné Barro, consiguiéndoseles tres yeguas, un caballo aparejado, cuatro
escopetas, varias mantas y otros efectos.
Este servicio por lo importante, hizo
que se promulgase la siguiente Real Orden:
“Ministerio de la Gobernación del Reino.
Excmo. Señor
El Sr. Ministro de la Gobernación del
Reino, dice con esta fecha al de la Guerra, lo que sigue: La Reina (q.D.g) teniendo
en consideración el importante servicio prestado por el Jefe, y demás
individuos del destacamento de la Guardia Civil de Puente Genil, que con
auxilio de algunos vecinos del mismo pueblo dieron muerte al bandido Caparrota,
destruyendo completamente su gavilla, y en vista de la particular recomendación
que al dar parte de este suceso hizo el Jefe Político de Córdoba, del teniente
Comandante de dicho destacamento D. Antonio Ordoñez, del Guardia de 1ª clase
Eulogio Sánchez; del de 2ª clase Juan Fráber, y del cabo 2º José Palma; se ha
servido mandar S.M. que por este Ministerio se proponga al del digno cargo de
V.E. al primero de dichos sujetos para el grado de Capitán, y a los demás para
la Cruz de M.I.L. a cuyo fin lo digo a V.E. de Real Orden.
De la misma Real Orden comunicada por el
expresado Sr. Ministro, lo traslado a V.E. para su conocimiento y efectos
correspondientes. Dios guarde a V.E. muchos años
Madrid 9 de Noviembre de 1847
El subsecretario
Vicente Vázquez Queipo
Sr. Inspector de la Guardia Civil
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(No despreciemos, por viejas y desusadas, las palabras y costumbres recibidas de
nuestros antepasados, ellos las usaron y se entendieron, nosotros ahora las
recordamos).
(Cada día definimos una palabra nueva, una frase o un lugar de
Arrabalde).- Hoy recordamos la palabra: ENCARCELADAS (castañas)
Encarceladas.- Dícese de las castañas que tienen la piel interior (mesocarpio) muy incrustada en las ranuras del fruto y ofrece dificultades para su separación. Las llamamos "castañas encarceladas".
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imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de
oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su
archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
Pablo Neruda
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Máximas: 11º
Estado del cielo: Cubierto.
Viento: Sopla del Este con velocidad
de 8 km/h.
Humedad relativa: 92%
Presión atmosférica: 1012
hPa
Sensación térmica: 8º
CANTIDAD DE AGUA QUE PUEDE CAER: 0 litros/m2.
Narciso Santos
Yanguas, doctor
en Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, ha publicado recientemente un
pormenorizado trabajo sobre EL CASTRO DE
LAS LABRADAS Y LA LANCIA DE LOS ASTURES EN LA CONQUISTA ROMANA.
Quinta publicación
…
Lusitania (a la que pertenecía dicho territorio en el momento de la conquista
del Norte peninsular), en las que aparecen recogidas en el reverso las armas de
los indígenas astures, que no solo solventarían la paga de los soldados sino
que, a largo plazo, servirían para introducir a los indígenas de la zona en un
sistema monetario hasta entonces desconocido para ellos frente al sistema
económico basado en el trueque, que había constituido su forma tradicional de
intercambios88.
De cualquier forma sabemos que, una vez
finalizados los combates y tras la segunda venida de Augusto a territorio
hispano (en torno a los años 15-13 a.C.89) con el objetivo de reorganizarlo
desde el punto de vista administrativo (desde ese momento los astures pasan a
integrarse primero en la provincia Transduriana y posteriormente en la Citerior
Tarraconense90), se produciría un proceso de desmilitarización del N.O.
peninsular, abandonando el mismo los cuerpos legionarios romanos que habían
tomado parte en las campañas a excepción de 3 (IIII Macedonica, VI Victrix y X
Gemina).
Este fenómeno, que tardaría unos años en
cristalizar, conduciría en un primer momento a la estructuración del suelo del
Norte peninsular en 3 distritos (militares?) diferentes, tal y como nos
consigna Estrabón (Geografía 3.3.8):
"La rudeza y salvajismo de estas
poblaciones no son debidos solamente a sus costumbres guerreras sino también a
su alejamiento, puesto que los caminos marítimos y terrestres que conducen a
estas tierras son largos, y esta dificultad de comunicación les ha llevado a
perder toda sociabilidad y humanidad.
No obstante, en la actualidad el mal es
menor gracias a la paz reinante y a la llegada de los romanos; en los lugares
en que no se dan estos dos elementos conservan un carácter feroz y brutal, sin
contar con que esta disposición natural entre una parte muy abundante de ellos
ha podido verse aumentada por la aspereza del país y el rigor del clima.
Pero, repito, estas guerras están hoy
finalizadas en su totalidad: los mismos cántabros, los más aferrados de estos
pueblos a sus hábitos de bandidaje, así como las tribus vecinas, han sido
reducidos por César Augusto; en la actualidad, en lugar de destruir, como
hacían antes, las tierras de los aliados de los romanos, aportan sus armas al
servicio de los propios romanos, como sucede con los coniscos y pleutaros, que
viven junto al nacimiento del Ebro.
Además Tiberio, a indicación de su
predecesor Augusto, envió a estas tierras a un contingente de 3 legiones, cuya
presencia ya ha hecho mucho no sólo pacificando sino también civilizando a una
parte de estas poblaciones".
Sin embargo la nueva realidad
administrativo-militar aparece descrita con mucha mayor precisión por el mismo
autor en el capítulo siguiente de su obra (Estrabón, Geografía 3.4.20):
"Ahora que las provincias han sido
asignadas unas al pueblo y al Senado, otras al emperador, la Bética fue
entregada al pueblo (romano) y se le envía un pretor con un cuestor y un
legado; su límite oriental se ha fijado en las cercanías de Castulo.
El resto pertenece al emperador; éste
envía dos legados, uno pretorio y el otro consular: el pretorio con un legado
gobierna la Lusitania, que limita con Bética y se extiende hasta el Duero y su
desembocadura; esta región conserva en la actualidad el mismo nombre y en ella
se encuentra la ciudad de Emerita.
La parte restante de Hispania, y la mayor,
está regida por el legado consular, que dispone de un ejército considerable,
compuesto por 3 legiones, y tiene a sus órdenes 3 legados, de los cuales uno,
con dos legiones, guarnece toda la región del Norte de Duero, llamada antes
Lusitania y ahora Gallaecia.
Añadíase a ésta la parte septentrional con
los astures y los cántabros; por el país de los astures discurre el río Melsos,
y a escasa distancia de él se encuentra la ciudad de Noega; un estuario cercano
separa a los astures de los cántabros.
La región que se extiende desde allí hasta
los Pirineos la gobierna el segundo legado con otra legión.
El tercer legado administra la parte
interior, que abarca los pueblos llamados ya togados, como si dijéramos
pacificados y que han adoptado, junto con la toga, la civilización y las formas
de vida itálicas; son éstos los celtíberos y los que habitan a ambos lados del
Ebro hasta el mar.
El gobernador acostumbra a invernar en la
costa, residiendo generalmente en Cartago Nova o en Tarraco; durante el verano
recorre la provincia inspeccionando las cosas que requieren corrección.
Existen igualmente procuradores del
emperador del orden ecuestre, que distribuyen a los soldados el dinero
suficiente para el sustento".
Frente a lo que piensan ciertos
investigadores, los 3 legados de rango pretoriano, dependientes del gobernador
de la provincia Citerior Tarraconense, no comandaban una legión cada uno de
ellos, sino que del que tenía asignada la circunscripción Callaecia-Asturia
dependerían 2 cuerpos militares (la legio VI Victrix y la legio X Gemina), del
legado de la segunda (Cantabria) dependería uno solo (la legio IIII Macedonica)
y el distrito restante estaría desprovisto de tropas.
La primera de estas divisiones estaría
limitada por el Duero al sur, el Atlántico al oeste y el Cantábrico al norte,
mientras que por el este su límite coincidiría con el propio de los astures y
cántabros, es decir el Sella y el Esla91, englobando así el territorio
correspondiente a los 3 conventus jurídicos del N.O. peninsular (de los
astures, lucenses y bracarenses); en dicho territorio estaban
acantonadas 2 legiones, la VI Victrix y la
X Gemina, mientras que la IIII Macedonica lo estaría en el correspondiente al
segundo distrito, de donde marcharía con anterioridad al año 39 d.C., ya que en
esa fecha aparece acampada en la provincia de Germania Superior.
La presencia de 2 contingentes legionarios
en la primera circunscripción contaría con una base militar, explicable por la
proximidad en el tiempo de las guerras y la participación en las mismas de
poblaciones de la zona (galaicos y astures), pero sobre todo económica,
consistente en la enorme riqueza minera de la región92.
Tal motivación económica (y su importancia
estratégico-militar) hará que se mantengan estacionadas durante bastante tiempo
en dicho distrito estos cuerpos militares, puesto que hasta el año 62 d.C. no
saldría del mismo la legio X Gemina, permaneciendo entonces como única tropa de
guarnición la VI Victrix hasta el momento de ser reemplazada por la VII Gemina,
acuartelada durante el Alto y Bajo Imperio en el campamento que daría origen a
la ciudad de León.
El carácter militar de los distritos (en
especial los dos primeros) deriva de 2 hechos:
- su creación tras la finalización de las
guerras de conquista del N.O. peninsular;
- y su paulatina desaparición a medida que
la paz se iba haciendo realidad en dicha región
y los diferentes cuerpos legionarios
abandonaban el territorio hispano tras culminar el proceso
de desmilitarización93.
En ese contexto se entiende que el
campamento estable (permanente) de la legión X Gemina, tras sus primeros años
de acantonamiento en suelo de lo que después sería Astúrica Augusta (Astorga),
donde se han descubierto los restos del mismo94, a pesar de que no sea posible
precisar si sus orígenes se relacionan ya con el momento de desarrollo de las
guerras astur-cántabras, se desplazaría por el Órbigo en dirección a Petavonium
(Rosinos de Vidriales) en el norte de Zamora, a muy escasos kms. en línea recta
del centro de hábitat antiguo de Las Labradas (Arrabalde), donde permanecería
hasta el año 62 d.C.95.
La presencia de un contingente de tropas
legionarias acuartelado de forma estable en dicho emplazamiento obedecería sin
duda a razones de orden estratégico y militar: las poblaciones de la región aún
no habrían sido sometidas por completo, por lo que era preciso que dicho cuerpo
de ejército mantuviese una vigilancia estrecha sobre la zona con vistas a
aplacar cualquier levantamiento que se produjese96.
C o n c l u s i o n e s
Al margen de la discusión, estrictamente
geográfica (y que en parte encierra igualmente un sentido etnográfico), acerca
de si el yacimiento de El Castro en Villasabariego (Mansilla de las Mulas,
León) pertenece al territorio de los astures o de los cántabros (vadinienses?),
cuestión que hemos abordado ya en otro momento97, de lo que acabamos de exponer
en las páginas precedentes
podemos deducir una serie de conclusiones,
que no parecen incidir precisamente en la identificación del recinto de El
Castro con la Lancia de las fuentes escritas antiguas, pero que sin embargo pueden
hacerlo perfectamente con el poblado de Las Labradas en Arrabalde-Villaferrueña
(Norte de Zamora)98.
1. En primer lugar las referencias de la
documentación literaria antigua con respecto al emplazamiento de dicho enclave
parecen concordar mucho mejor con la Lancia del valle del Órbigo, afluente del
Esla, que con los alrededores de Villasabariego, en la margen izquierda de esta
última corriente fluvial, aunque en un contexto geográfico bastante alejado.
Ahora bien, este hecho tiene una
explicación no sólo geográfica sino de otra índole:
- para empezar resulta enormemente difícil
aplicar al yacimiento de El Castro de la región leonesa el calificativo de
"fortificadísimo" (ualidissima ciuitas según el historiador Floro -
Compendio de Historia romana 2.33.58-59), cuando apenas cuenta con unos restos
de muralla de escasa entidad; frente a ello el recinto castreño de Las Labradas
en Arrabalde dispone de un recinto amurallado amplio y elevado que rodea todo
el entorno del centro habitado99, así como el correspondiente al segundo
espacio amurallado que se le añadiría posteriormente, sin duda para que
sirviese como refugio de los astures que huían de las tropas romanas (tal vez
los zoelas), aunque en la actualidad pertenezca al término municipal de
Villaferrueña100;
- junto a ello tampoco concuerda el
enclave poblacional de Villasabariego con las características de Lancia si
tenemos en cuenta la referencia de Dión Casio (Historia romana 53.25.8) en el
sentido de que se trataría de "la mayor aldea de los astures".
Frente a ello contamos con las condiciones
topográficas excepcionales que nos presenta el recinto de Las Labradas (con
varias Has. más de extensión, hasta acercarse a las 40 con el suelo añadido del
recinto poblacional de El Marrón en Villaferrueña), por lo que consideramos que
es este emplazamiento el que debe identificarse con la Lancia de las fuentes
escrita;
- de la misma manera no parece
corresponder muy bien con la realidad del marco poblacional de El Castro
Villasabariego el hecho de que una parte de los astures, tras su derrota junto
a Brigaecium, se refugiara en la Lancia leonesa, dado que dicho centro de
hábitat no cuenta con una ampliación del recinto con el objetivo inmediato de
dar acogida a los que llegaban y utilizarlo como "refugio" (Orosio,
Contra los paganos 6.21.9-10).
Sin embargo, si tomamos en consideración
el hecho de que el poblado castreño de Las Labradas en Arrabalde, que dispone
de una ampliación de espacio con otro recinto fuertemente amurallado, que se
uniría al normalmente utilizado por sus habitantes, hallamos explicación a la
existencia de un emplazamiento cerrado, en el que podrían refugiarse las
poblaciones próximas101.
2. Por lo que respecta a la documentación
epigráfica no parecen tener ningún valor las inscripciones que pudieran
relacionarse, directa o indirectamente, con la Lancia leonesa, puesto que la
presencia de un lanciense en la estela aparecida en la ciudad de León nada
documenta con respecto al enclave que define su origen geográfico y el resto de
las piezas de esta naturaleza no constituyen más que indicios y referencias a
la existencia de un centro de características romanas en la región (como debía
ser el de Villasabariego).
Frente a ello las inscripciones de
soldados romanos descubiertas en los alrededores del recinto de Las Labradas-El
Marrón en Arrabalde y Villaferrueña se ponen en relación con una presencia
continuada de contingentes militares, que no estarían allí para divertirse sino
para controlar un territorio cuyas poblaciones todavía tenían arraigado un cierto
carácter levantisco (frente a ello en los aledaños de El Castro no se ha
encontrado ningún testimonio militar estrictamente hablando, y menos aún que
haga referencia a ningún tipo de enfrentamiento bélico de los romanos con su
población)102.
3. Por su parte las fuentes numismáticas
se inclinan igualmente a favor de la identificación del recinto de Las Labradas
con Lancia puesto que, además de ser mucho más abundantes en número que las de
Villasabariego, corresponden a la época de Publio Carisio (y a sus emisiones)
en el marco de las campañas militares dirigidas por este legado imperial de
Lusitania.
Y ello a pesar de que la mayor parte de
las monedas descubiertas en el emplazamiento castreño de Arrabalde han sido
halladas de manera casual, es decir sin que se haya llevado a cabo en su suelo
ninguna excavación de carácter sistemático (al contrario de lo que sucede con
respecto al yacimiento de El Castro en Villasabariego en la región leonesa).
4. Por este motivo los restos materiales
de ambos yacimientos, especialmente la cerámica, nada nos pueden aclarar, dado
que se han descubierto con posterioridad a un planteamiento previo, de acuerdo
con el cual el recinto de Villasabariego habría que identificarlo
necesariamente con la Lancia de las fuentes antiguas; por ello es lógico que
resulten mucho más abundantes los fragmentos cerámicos sacados a la luz en este
último enclave si los comparamos con la escasa cerámica de superficie que se ha
descubierto hasta la fecha en el poblado de Arrabalde103.
No obstante, la presencia masiva de
orfebrería castreña en el caso de Las Labradas (y siempre sin una labor
arqueológica ad hoc), que en gran medida sería objeto de ocultación con motivo
del o de los ataques de Publio Carisio contra dicho centro de hábitat, pone al
descubierto su importancia incomparable con el yacimiento de Mansilla de las
Mulas.
5. Pero tal vez el argumento más
contundente haya que buscarlo en la propia historia militar de la zona: a
comienzos del año 25 antes de nuestra era los astures "descienden de sus
nevadas montañas" (Floro, Compendio de Historia romana 2.33.54) y cogen
desprevenidos al ejército de Carisio, que se hallaba acuartelado en 3
campamentos distintos (Floro, Compendio de historia romana 2.33.55), al parecer
dando acogida al mismo número de efectivos cada uno de ellos si hemos de creer
a Orosio (Contra los paganos 6.21.5-6)104.
En este sentido la ubicación de dos de los
posibles campamentos utilizados por los romanos para dar acogida a las tropas
de asedio al poblado castreño de Las Labradas-El Marrón, documentada a través
de imágenes de teledetección en fechas recientes no hace otra cosa que
confirmar las noticias, que podemos calificar casi como telegráficas, que se
nos han conservado de los autores antiguos con respecto a la situación existente
en el frente astur meridional por el ejército dirigido por el gobernador de
Lusitania.
¿A qué astures se refieren las noticias de
los escritores grecolatinos? Posiblemente a los zoelas, quienes se unirían a
los lancienses en su ofensiva contra los romanos, que se hallaban acampados en
varios cuerpos de ejército junto al río Astura (Esla) en las proximidades de
Brigaecium (Benavente) (los efectivos indígenas deberían ser abundantes para
tratar de oponerse a los romanos en su mismo campamento, aunque para ello
proyectasen un ataque de improviso).
¿Desde qué regiones montañosas inician ese
desplazamiento hacia el lugar en que se hallaban acampadas las tropas de
Carisio? Casi con toda seguridad desde las estribaciones de los montes leoneses
(la sierra de Carpurias) en el valle del Órbigo, o incluso desde la región del
Teleno y los montes Aquilianos, desde donde podían desplazarse con relativa
facilidad hacia el territorio de la actual Benavente por el páramo meseteño105.
En este espacio geográfico serían traicionados
por los brigaecinos (Orosio, Contra los paganos 6.21.7) y derrotados por el
ejército del legado imperial de Lusitania (ocasionando abundantes bajas entre
las sin duda bien pobladas filas de los astures).
A continuación los astures (zoelas y lancienses)
supervivientes retrocederían sobre sus pasos replegándose hacia sus enclaves de
hábitat y sus propias tierras, por lo que resulta lógico pensar que ascenderían
por el valle del Órbigo hasta alcanzar el enclave "fortificadísimo"
de Lancia, que no podría ser otro que el recinto castreño de Las Labradas en
Arrabalde (norte de Zamora), donde sus habitantes habrían incrementado
considerablemente su número como consecuencia de la ampliación de dicho recinto
poblacional para dar acogida a sus compatriotas en retirada, dando origen de
esta manera a la configuración (consolidación) definitiva del poblado de El
Marrón, adosado al ya existente con anterioridad 106.
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