Estamos viviendo un momento histórico en el mundo de la cristiandad: YA HA SIDO ELEGIDO EL NUEVO PAPA; la chimenea de la Capilla Sixtina ha echado humo blanco y las campanas de Roma tocan en señal de alegría.
FRANCISCO I
La elección del nuevo Pontífice
en cierto modo ha sido una sorpresa, y digo en cierto modo porque entre los
cuatro candidatos cuyos nombres sonaban más, que eran cardenales de Italia,
Brasil, Canadá y Estados Unidos, él no estaba, y todo hacía pensar que sería
uno de ellos el elegido, pero no ha sido así.
El Espíritu Santo, a cuya
inspiración acuden y rezan los cardenales antes de realizar las votaciones, ha decidido
merced a los votos de la mayoría de los cardenales, que el papa
número 266 de la historia del catolicismo sea el cardenal JORGE MARIO BERGOGLIO.
Es argentino e hijo de emigrantes
italianos, jesuita, y que acaba de adoptar para su pontificado uno de nuestros
nombres más populares: FRANCISCO, así que de ahora en adelante será conocido
como el papa FRANCISCO I. Pero no eligió Francisco al azar, sino porque Francisco
es el nombre del santo más humilde de la Iglesia: San Francisco de Asís, en el
cual se inspiró.
Nació el 17 de diciembre de 1936,
tiene 76 años y por razón de la edad su pontificado seguramente no será muy
largo, aunque eso solo lo sabe Dios. Tiene perfil de hombre bondadoso y bueno y
recuerda a Juan XXIII, aquel “papa bueno”
que fue tan querido.
Así que llega al papado el primer
jesuita, el primer sudamericano, el primer argentino y el cuarto papa de habla y
cultura hispana, los dos anteriores fueron Dámaso I (elegido el año 366),
proclamado santo; Calixto III (elegido el año 1455) y Alejandro VI (elegido el año
1492).
Dicen de él que es humilde y
sencillo (vivía en el centro de Buenos Aires, no ha tenido coche oficial, se
movía en los transportes públicos y la comida se la hacía él mismo); es de buen
corazón, reformador con éxito de la iglesia de Argentina, y buen maestro como
Jesuita que es.
Añadir únicamente que el actual gobierno argentino no se lleva bien con él, pero no es de extrañar viendo los tejemanejes que se traen la Sra. Cristina Fernández de Kirchner y la fauna de la que se ha rodeado.
Añadir únicamente que el actual gobierno argentino no se lleva bien con él, pero no es de extrañar viendo los tejemanejes que se traen la Sra. Cristina Fernández de Kirchner y la fauna de la que se ha rodeado.
El último apunte que hago es que
las cosas no suceden porque sí, todo es mucho más profundo de lo que parece, se
supone que la inspiración del Espíritu Santo ha funcionado y los cardenales han
elegido al hombre que más necesita la iglesia ahora mismo. Trabajo no le va a
faltar, dentro y fuera de la Iglesia; que Dios lo ayude.
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