Como
todos sabéis, en el mundo invisible, o medio invisible, hay seres a los que
llamamos Duendes, Ninfas, Trasgus, Cuélebres, Xanas, Guestias, Ñuberus, Diaños…
y cada uno vive en su cueva, bosque, fuente, espacio o nube… generalmente ajeno
a nosotros, pero no siempre.
Pues
bien, como también son seres con afán de expansión territorial, ahora han
evolucionado y existen los llamados “duendes de la informática”, que si se
empeñan te pueden hacer la vida muy difícil, pues los hay muy cabroncetes,
traviesos y hasta malos de verdad.
Se
meten en los ordenadores, ruters, móviles o cualquier otro aparato con
componentes electrónicos, que ahora son casi todos, a los que muerden por
dentro, humedecen, cambia las conexiones, ensucian deliberadamente o
distorsionan sus señales hasta hacértelos casis inservibles.
Y
no me refiero a los virus, que esos son enfermedades creadas artificialmente por
personajes indeseables y por determinadas empresas, que primero te contaminan y
luego te venden el remedio para que te gastes los cuartos con ellas.
Hasta
que decides llamar al técnico, que es el único que puede expulsar a este ser de
tu ordenador y deshacer el entuerto, y que cuando por fin llega miras al cielo
en señal de agradecimiento, y te dice que “quien metió esa clavija ahí” que es la que está distorsionando la señal,
que por lo demás todo está bien. Y la saca y todo vuelve a funcionar.
¡¡¡Me
cago en la leche!!!... ¿quién metió esa clavija ahí?. ¿Pero no estuvo siempre
ahí metida?, ¿por qué antes funcionaba y ahora no?
Y
no encuentras respuesta alguna, así que solo te queda pensar que fue un maldito
y enano duende de la informática que pasó por aquí y te hizo la putada. Así que
desde ayer a media mañana hasta hoy a las cinco estuvimos sin teléfono y sin
internet, y todo por culpa de una maldita clavija.
¡¡¡COMO
LO PILLE……!!!!!, tengo que mirar en internet a ver si hay trampas para duendes.
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