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miércoles, 24 de junio de 2015

Fallecimiento de Orencio Villar Fuente.

ARRABALDE, 24-06-2015, MIERCOLES


Aquí estamos de nuevo amigos, intentando retornar a la rutina del día a día con el ánimo ya más tranquilo, después de casi una semana de hospitales y de andar con el corazón encogido.

Nos fuimos el lunes día 15 para Asturias pues el domingo habían ingresado a mi padre en el Hospital de Jove, en principio por nada aparentemente importante, pero el lunes le dio un infarto que no lograron detener y que fue progresando hora a hora hasta acabar con su vida.

Los que conocisteis a mi padre sabéis que era un hombre afable, sencillo y bueno en el más amplio sentido de la palabra, que nunca se enfadaba y sabía hacerse querer, y con un envidiable sentido del humor que nos hizo pasar agradables e inolvidables ratos en su compañía.

Tanto fue así que hasta en su velatorio, y a pesar del dolor que sentíamos por su inesperada pérdida, en más de una ocasión no pudimos aguantar la risa recordando anécdotas de su vida, dichos y hechos de los que fue y nos hizo protagonistas con su especial y socarrón sentido del humor.

 Hasta su médico de cabecera decía de él: “Este Orencio tiene una retranca…! Pues no había vez que, yendo a su consulta, no se “quedara con él” hasta el punto de que el médico no sabía si le hablaba en serio, en broma o le estaba vacilando, para luego acabar echando los dos unas risas.

Tengo que decir que él y su médico sintonizaron desde el primer día, y que aquel estupendo doctor, hoy ya jubilado y al que tanto echó de menos, era conocedor del buen humor y forma de ser de mi padre.

Si nos estaba viendo en el velatorio, como así quiero pensar que sería, estoy seguro de que se sentiría feliz de ver con cuánto cariño y buen humor lo recordábamos.

Desde aquí quiero rendirle un cariñoso y sentido homenaje, pues fue un padre, abuelo y bisabuelo bondadoso y ejemplar que, a su manera, con esa sabia filosofía de los hombres de antes que los años afianzan en las personas buenas y sencillas, supo transmitirnos cualidades y valores que nos hicieron crecer humana y emocionalmente a lo largo de nuestras vidas.

La prudencia, la honestidad, la tolerancia, el respeto hacia los demás, la austeridad, la justicia, la paciencia, el amor a la familia… y tantas otras, formaron parte de las enseñanzas que se esforzó en transmitirnos y que, sin lugar a dudas, fueron su mejor y más enriquecedora herencia.

Pero la muerte es la muerte, y como decía el poeta:

¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,

pero qué injustamente arrebatada!

No sabe andar despacio, y acuchilla

cuando menos se espera su turbia cuchillada.


                                                     Miguel Hernández

Queremos agradecer de corazón todas las incesantes muestras de condolencia y afecto recibidas, tanto de los familiares como de amigos, vecinos, compañeros y conocidos; y tanto las presenciales como las llamadas telefónicas y los correos electrónicos recibidos. A todos ellos muchas gracias y un brazo muy fuerte.


 ORENCIO VILLAR FUENTE, nació en Arrabalde el día 24 de enero de 1923, y falleció en Gijón (Asturias), a los 92 años de edad, el día 19 de junio de 2015.

Descansa en paz, nunca te olvidaremos.





2 comentarios:

Unknown dijo...

Cuanto lo siento One,sé muy bien de lo que hablas y como te tienes que sentir,porque mi Sera era igual que tu padre.
Recibe mi más sentido pésame y te acompaño en el sentimiento.
Un millón de abrazos de parte de Chony y de la mía.

Arrabalde en la nube dijo...

Gracias Mónica. Un fuerte abrazo.

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